domingo, 21 de abril de 2013

33

Ahora me veo como una niña tonta, que había creído en ilusiones, y que nunca pensó que aquella gente tan cercana pudiera hacerte tanto daño. Y no físico. Es increíble la de vueltas que da la vida, y cómo cambian las cosas.

No soy ninguna filosofa de la vida, me gusta pensar y darle vueltas a las cosas, aunque muchas veces me hagan daño. Y pienso cada vez más en la facilidad con que una pierde todo lo que antes creía suyo de un momento a otro. 

La gente miente, yo también lo hago, pero con el curso de los años, aprendes lo que es una mentira seguida de una puñalada,  y lo que es una mentira, que no va seguida de nada, simplemente sin importancia, pero que hace daño. No pretendo echar la culpa a nadie, porque si aquí hay una culpable, esa soy yo, por dejarme llevar y no darme cuenta de las cosas cuando podía haberlo hecho. 

Por eso pienso, cuando dejo mi mente en pausa por un momento, lo feliz que me haría sentir dejarlo todo, y empezar de cero. De nuevo. Nadie te conoce y puedes ser quién tú quieras, y aprender de otras personas, desconocidas, que tal vez más tarde te hagan daño, pero nunca cometerás los errores que antes habías cometido. Pero luego, quizás, te darás cuenta, que tú también has cambiado, y sin embargo, cuando quieras volver, no quedará nada de lo poco que ya quedaba cuando protestaba y me ponía a pensar en lo egoístas que son la gente de mi alrededor, y lo niña buena y víctima que me sentía.




No hay comentarios:

Publicar un comentario